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La tasa de descuento es un factor financiero que se utiliza, en general, para determinar el valor del dinero en el tiempo y, en particular, para calcular el valor actual de un capital futuro o para analizar los proyectos de inversión.
Cuando realizamos un análisis de un proyecto de inversión partimos con 2 datos básicos:
1. El importe de la inversión: desembolso inicial que debemos realizar
2. Los flujos netos de caja anuales que nos va a retornar dicha inversión
Pues bien, para poder comparar estos flujos de caja futuros con nuestro desembolso realizado hoy (y hallar la diferencia que nos reportará la ganancia neta o Valor Actual Neto) es necesario calcular el valor actual, el valor al dia de hoy, de cada uno de ellos; es lo que se denomina actualizar o descontar. Para ello, debemos dividir cada uno de estos flujos por el factor de actualización (1+i)n, donde "n" es el número de años que dista desde el año actual e "i" es el tercer dato básico necesario para nuestro análisis: la tasa de descuento.
La tasa de descuento es el tipo de interés que nos permite "traducir" el dinero del futuro a dinero del presente. Mucho se ha escrito sobre la elección de esta tasa, con sistemas más o menos complejos que intentan despojar de su cálculo cualquier subjetividad y acercarse lo más posible a la realidad. Sin embargo, es una labor que muchos autores llevan tratando durante años acompañados, la mayoría de las veces, de severas críticas.
Por este motivo, huyendo de complejos análisis matemáticos, en este artículo nos vamos a limitar a exponer los métodos más utilizados y, a la vez, menos sofisticados.
En el cálculo de la rentabilidad de los proyectos de inversión, se suele definir la tasa de descuento como aquella que corresponde al coste de los recursos financieros utilizados para ejecutar dicha inversión.
Estos recursos financieros pueden ser:
a) Propios: las aportaciones del inversor (capital)
b) Ajenos: las aportaciones de los acreedores (deuda, préstamos bancarios, etc).
Por lo tanto, para calcular el coste de los recursos totales, debemos analizar en qué proporción intervienen cada uno de estos recursos en el proyecto y cuál es su coste:
A) Proyecto financiado solo con fondos propios. Si cuando decidimos entrar en una inversión, disponemos de la totalidad de los fondos necesarios y no necesitamos recursos ajenos (financiamos el proyecto con el 100% de los recursos propios), debemos tener claro, lógicamente, que a esta nueva inversión debemos exigirle, al menos, lo mismo que dejaríamos de obtener por no dedicar nuestros fondos a otra inversión alternativa. Es decir, la rentabilidad de la inversión que estamos evaluando debe igualar, como mínimo, la más alta rentabilidad que obtendríamos con nuestro dinero en otra inversión con una duración similar, como puede ser un plazo fijo, un depósito bancario, bonos del estado, etc.
Esto es lo que se conoce como "coste de oportunidad"
B) Proyecto financiado solo con fondos ajenos. Si por el contrario, no disponemos de fondos (recursos propios) y acudimos para ello a la financiación bancaria mediante un préstamo (financiamos el proyecto con el 100% de los recursos ajenos), la tasa de descuento será el coste de dicho préstamo; es decir, el tipo de interés más los gastos bancarios (TAE).
Esto es lo que se denomina “coste de la deuda”
C) Proyecto financiado con fondos propios y ajenos. Por último, nos podemos encontrar con el caso intermedio, en el que financiemos la inversión tanto con recursos propios (nuestros fondos) como con recursos ajenos (préstamo). Aquí lo que procede es calcular el coste medio ponderado entre los recursos propios y los recursos ajenos (la media del coste de ambas fuentes de financiación ponderada por el volumen de cada una de ellas).
Es lo que todos llaman "coste de capital" y se identifica con los acrónimos:
Coste Medio Ponderado de Capital Weighted Average Cost of Capital
Una vez calculado el coste de los recursos financieros debemos analizar otra cuestión muy importante que puede afectar considerablemente al valor de la tasa de descuento. Nos referimos al riesgo que puede albergar cada una de las inversiones (la analizada y la que tomamos de referencia) y que necesitamos incorporar a la tasa de descuento para que los flujos de caja de estos proyectos de inversión sean homogeneos.
Si la nueva inversión que estamos analizando presenta más riesgo que la que estamos tomando de referencia, deberíamos exigir más rentabilidad a la nueva inversión, es decir, deberíamos aumentar la tasa de descuento.
El método más utilizado para introducir este dato consiste en añadir una prima de riesgo a la tasa de descuento, de tal forma que la prima será mayor cuanto más riesgo represente el proyecto de inversión respecto a la inversión comparable:
Tasa descuento = Rentabilidad mínima exigida + Prima de riesgo
(o coste de los recursos)
Por lo tanto, la tasa de descuento tiene 2 componentes:
Pues bien, teniendo en cuenta que la tasa de descuento tiene dos componentes:
y que además, debemos de tener claro si se va a considerar el posible efecto de la inflación, corresponde indicar que para determinar correctamente una tasa de descuento es imprescindible:
Resumiendo: Para determinar una tasa de descuento, consideraremos 3 elementos:
De esta forma tendremos:
Tasa de descuento real (Kr) = Tasa Libre Riesgo (TLR) + Prima Riesgo (PR)
Pero, tal como se indica, ésta es una tasa de descuento real (Kr), ya que no se ha tenido en cuenta el efecto de la inflación esperada y, por lo tanto, sólo será aplicable a aquellos proyectos que contemplen los flujos de caja sin el efecto de la inflación.
En el caso de que se trabaje con flujos de caja que incorporen la inflación esperada (g), tendremos que aplicar una tasa de descuento nominal (Kn), cuyo cálculo se puede realizar de dos formas diferentes:
kn = ( 1 + kr ) x ( 1 + g ) - 1 ; kn = kr + g + ( kr x g )
Ver también el artículo
Mide el valor actual de los desembolsos y de los flujos de caja actualizándolos al momento inicial, aplicando una tasa de descuento
Diferencia entre
cobros y pagos
Es el tipo de interés que se utiliza para convertir dinero del futuro en dinero del presente. Es la tasa de interés que se aplica a un valor futuro para calcular su valor actual.
Es la tasa de renta-bilidad mínima que debo exigirle a una inversión teniendo
en cuenta los riesgos que conlleva.
Rentabilidad añadida que podríamos obtener en otra
parte si no invirtiéramos en el proyecto que estamos evaluando.
Es el coste que surge al comparar la rentabilidad de la inversión que estamos evaluando con la rentabilidad que se podría haber obtenido en otra inversión
surge desde el
mismo momento en que se destinan determinados fondos a una inversión.
Si esos fondos no se utilizaran en ese proyecto se dedicarían a otros que proporcionarían otros rendimientos, otra rentabilidad.
Pues bien, esa rentabilidad a la que se renuncia es el coste de oportunidad.
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