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¡Qué lío! El tipo nominal, el efectivo, la tasa equivalente, la tasa de retorno, rentabilidad, ...
¿Qué es cada uno? ¿Qué significan? ¿Existe relación entre ellos? ¿Para qué sirven?
Todo esto y más lo vamos a explicar en éste y en otros artículos relacionados a los que podréis acceder a través de los vínculos correspondientes.
Para empezar, lo mejor es ver el bosque al completo, tener una visión general, un mapa en el que podamos localizar e identificar cada uno de estos parámetros antes de analizarlos individualmente y empezar con definiciones y fórmulas complejas.
Acrónimo Tipo o Tasa
TIN Tipo de Interés Nominal
TIE Tipo de Interés Efectivo
TAE Tasa Anual Equivalente
TIR Tasa Interna de Rentabilidad (o Retorno)
TRE Tasa de Rentabilidad Efectiva
El Tipo de Interés Nominal (en adelante, TIN), es el tipo de interés que suelen mostrarnos los bancos y financieras en sus ofertas.
Sin embargo, el tipo nominal no refleja realmente el coste o rendimiento de la operación, ya que no considera la frecuencia con la que se liquidan los intereses.
Para conocer con precisión el valor del dinero en el tiempo debemos recurrir al Tipo de Interés Efectivo (TIE), ya que al incluir la periodicidad de la liquidación de intereses muestra realmente la tasa a la que se está colocando el dinero.
Para una mayor comprensión podemos afirmar que,
a diferencia del tipo nominal (TIN), el tipo efectivo (TIE) sí tiene en
cuenta el momento en que se producen los cobros y pagos de los intereses
Hasta ahora, lo único que hemos considerado es el porcentaje que nos ofrecen, mediante el TIN, y el efecto que tiene la periodicidad de los intereses en dicho porcentaje, mediante el TIE.
Pues bien, si a este coste o rentabilidad, expresada en forma de porcentaje anual (TIE), le incluimos los gastos bancarios que conlleva la operación financiera, obtenemos lo que suele conocerse como TAE, la Tasa Anual Equivalente.
En el contexto del crédito, se dice que la TAE representa el coste total del préstamo, pero no es del todo correcto, ya que solo contempla los gastos bancarios (comisiones, formalización, et.). Existen otros gastos (timbres, registro, notario, etc.), que no están incluidos en la TAE y que también forman parte de la operación.
Para calcular el porcentaje que contenga todos estos gastos se recurre a la TIR, Tasa Interna de Rentabilidad o Retorno. También se puede utilizar la TIR para calcular la TAE; basta con incluir en su cálculo solamente los gastos bancarios (ver "Relación entre la TAE y la TIR")
Uno de los inconvenientes que tiene la TIR es que se calcula al principio de la operación y, por lo tanto, sobre una previsión de intereses calculados al mismo tipo de interés (cuando sabemos que lo usual es que el tipo de interés sea variable).
Por eso, para conocer exactamente el coste o rentabilidad real, debemos calcularla otra vez al final de la operación, obteniendo lo que se denomina la Tasa de Rentabilidad Efectiva, TRE.
De esta manera se subsana un inconveniente que tienen la TIR y la TAE, ya que ambos aplican a todos los cobros y pagos el mismo tipo de interés.
Esperamos que con esta breve explicación tengáis una visión completa del "bosque". Para profundizar en cada uno de ellos podéis pinchar en el vínculo correspondiente.
Se recomienda ver un par de ejemplos en "Caso práctico de Tin y TAE 1" y "Caso práctico de Tin y TAE 2"